para descansar

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ros en
Moliniás

¿Tienes ganas de descubrir nuevos rincones?

Sabemos que hacer senderismo de un lugar a otro te gusta, y también sabemos que como a nosotros, te gusta descubrir paisajes naturales, rincones únicos, ir de un lugar a otro recorriendo caminos, senderos ancestrales que conectaron pueblos y que en algunos de sus tramos aún conservan preciosos muros de piedra, inalterables al paso del tiempo.

Por estas razones, en Moliniás estamos recuperando y poniendo en valor todos los senderos que hay dentro de la propia finca, o bien aquellos que te conducen a lugares bonitos y cercanos a nuestras casas rurales en el Pirineo Aragonés.

Sendero a
“el Mediano”
color naranja

El Mediano es uno de los pequeños asentamientos urbanos que hay en Moliniás, compuesto por la casa principal, dos bordas y un antiguo horno de leña. Un precioso pueblo deshabitado al que puedes ir a pie desde nuestras casas.

El sendero a El Mediano está marcado con señales naranjas.

Siguiendo el cambio que sube desde la Ermita (Sta. Ana) junto a las casas, concretamente desde la era de la Borda de El Pajar, se toma una senda que sale a la izquierda nada más pasar las viñas que hay subiendo. La senda circula junto al viejo camino marcado con dos muros de piedra y por el borde de los campos y las margas.

Resulta sencillo ir encontrando la senda que asciende los bancales hasta llegar a los últimos campos largos que salen desde la casa de Mediano.

Una vez visitado Mediano y siguiendo el track o las marcas naranjas, puede descenderse por la senda antigua que sale entre la casa y el pajar para descender suavemente por sendero entre muros de piedras que llega hasta la carretera principal de Moliniás, por la que se desciende hasta las casas.

Sendero a
“cueva el Forato”
color verde

La cueva de el Forato es una de las cuevas en la falda de la Peña Montañesa, una cueva no muy profunda pero muy bonita, en ella se puede apreciar la orografía de la roca y ver el paso del agua.

Para subir a la cueva de El Forato, hay que ascender por la misma senda que a El Mediano: siguiendo el cambio que sube desde la Ermita (Sta. Ana) junto a las casas, concretamente desde la era de la Borda de El Pajar, se toma una senda que sale a la izquierda nada más pasar las viñas que hay a la izquierda. La senda circula junto al viejo camino marcado con dos muros de piedra y por el borde de los campos y las margas, siguiendo las marcas naranjas que conducen hasta casi El Mediano, donde aparece el cartel de madera con señalización hacía El Forato, una vez ahí hay que seguir los hitos de piedra que te encuentras en el sendero, llegará un momento en el que habrá un cartel dirección a la Estiva y otro camino a la izquierda, hay que coger el camino hacia la izquierda y seguir la senda, hasta llegar a la cueva. Después hay que seguir por la senda hasta encontrar otro sendero que desciende hasta la carretera de Moliniás, y desde esta ya se va descendiendo hasta las casas.

Sendero a
“la fuente de Moliniás”
color azul

Dentro de la propia finca hay un manantial de agua, con el que regamos todos nuestros prados y viñas, y que además abastece a todas las casas. Afora un caudal permanente del orden de los 40 metros cúbicos/hora.

La senda desciende desde enfrente de la nave agraria situada en la carretera, hasta una pasarela de madera para atravesar el barranco. Se sube hasta los campos y se sigue a la izquierda por el prado hasta la puerta metálica del cercado (abrir y cerrar). Se abre la segunda puerta para descender hasta la fuente. Se puede volver por el mismo camino o coger la senda junto al roble grande par a buscar la pista que llega a Mariñosa.

Sendero a
“el Bosque”
color amarillo

Sale la pista junto a la Ermita de Santa Ana y los apartamentos del Pajar. Va girando hacia la derecha para atravesar las margas y llegar a un extenso bosque de cajigos.

Discurre la pista entre el bosque hasta atravesar por viejos olivos en bancales abandonados para llegar a un barranco, donde acaba. Si se atraviesa el barranco, seco habitualmente, se alcanza de nuevo una senda que discurre por unos bancales abandonados de una antigua viña perteneciente a Moliniás. Bajo estos bancales hay un bosque de robles grandes con una borda abandonada. Se han visto algunos corzos que bajan a beber al barrando al atardecer.

Sendero a
“la Mula”
sin marcas

La Mula es un despoblado español del municipio de La Fueva, situado en la Comarca de Sobrarbe y al que se puede acceder en coche o bien por diferentes senderos. Actualmente solo hay una casa ocupada durante todo el año. La Mula esta en uno de los montes que bordea Moliniás, y es un pueblo con mucho encanto, desde el que puedes obervar una vista 360 grados, al Pirineo Aragonés y a todo el Valle de La Fueva.
Desde la puerta de las casas, puede subirse a la Mula por la pista o por el viejo camino de herradura que parte desde la Mariñosa.

Sube a través del bosque para alcanzar la pista en su parte alta donde pueden verse olivos abandonados.

El conjunto de La Mula tiene una belleza especial rodeada de grandes robles y con una espléndida vista de San Victorian, Peña Montañesa y una amplia perspectiva del Pirineo Aragonés.

Hacía el sur, desde La Mula y por viejos caminos flanqueados de paredes de piedra se llega a las viejas viñas acabaladas pertenecientes a La Mula.

Después, el track desciende por la carretera que desciende y atraviesa la finca hasta las casas.

Sendero
“cueva y Ermita San Jorge”
color rojo

En lo alto de la loma que domina el valle y junto a la pista que sube a La Mula está la cueva y Ermita de San Jorge, en la que el 23 de abril se celebraba misa y caridad. La senda se descubre en el llano situado a la derecha de la pista, al finalizar la subida por el bosque. Va ascendiendo a través del matorral bajo y siguiendo las marcas rojas, nos conducirán por la senda que va más abajo hasta llegar a la cueva. Después siguiendo por la senda que hay a la derecha, se asciende hasta la Ermita de San Jorge. Desde ahí, dirección norte y siguiendo las marcas rojas, se cruza el cerro y se llega hasta donde nosotros recomendamos para ver el atardecer. Para bajar, el sendero trackeado desciende por la parte alta del cerro, siguiendo las marcas rojas empalma con una senda que desciende por el lateral hasta la explanada del ensanche de la carretera.

Sendero a
“San Vitorian"
sin marcas

En la vecindad de la finca se encuentra el Monasterio de San Victorian, cenobio fundado en el año 506, uno de los monasterios más antiguos de España y del que la actual rehabilitación, data del SXVIII. El Monasterio en la Edad Media, señoreaba treinta pueblos en Sobrarbe y Ribagorza, de los que obtenía cuantiosas rentas, y en su mayor parte providentes de la producción vitícola.

Para llegar, se toma la pista vieja que sale en la segunda curva después del desvío a La Mariñosa. La pista, atravesará un espeso carrascal para encontrar a su izquierda el viejo huerto de El Mediano con un viejo pozo y una balsa abandonada debajo del huerto.

Se corona la subida con amplios campos que van descendiendo hacia Los Molinos y en pocos minutos, al girar la pista hacía la derecha, nos encontraremos con el Monasterio de San Vitorián.

Desde esta pista salen dos senderos marcados uno San Juan de Toledo y que forma aparte de la vuelta a la Peña Montañesa, y más arriba el sendero a La Espelunga.

Sendero
“la Espelunga”
sin marcas

La Espelunga es una de las Ermitas del Monasterio de San Victorian, su emplazamiento en la piedra de la Peña Montañesa hace sin duda de ella un lugar espectacular y en el que dice la tradición que este fue el lugar elegido por San Victorián para cobijarse y vivir como un ermitaño, hacía el SVI. Siglos más tarde, hacía el SXVI, fue construida la ermita rupestre. El nombre de espelunca significa “cueva”.

El sendero marcado hacia la Espelunga parte desde la pista de San Vitorián, o desde el mismo parkging, y son visibles las marcas, así como una vieja ermita (San Antonio) en los inicios del sendero.

La subida es intensa, especialmente en sus últimos tramos, pero las vistas son espléndidas desde los numerosos claros del bosque que se van encontrando.
La fuente de la Fon blanca que sale en la parte alta del sendero suele tener agua todo el año.