No podrás describir este sitio con palabras.

Nosotros tampoco podemos.

No sabemos si es la luz, la montaña o el silencio, pero siempre que recibimos a un nuevo cliente nos dice “no me lo esperaba así”

El lugar donde te das cuenta, que conectar con la naturaleza no es dormir en un enjambre más cerca del Pirineo, si no perderte en su silencio.

Lo que quiero que sepas es que puede que este sitio no sea para ti:

… Si esperas tener un bar debajo del balcón, o un supermercado en la puerta… no esperes encontrarlo aquí.

Si quieres ir a comprar pan, tendrás que conducir 15 minutos hasta Aínsa.

Aclarado esto, te cuento:

Somos Nico y Rebe, trabajamos en Moliniás para recuperar la historia y vida de una finca de montaña en el Pirineo Aragonés.

Una finca deshabitada en los años 60.

En 1964, Antonio y Rosita, los últimos habitantes de Moliniás tuvieron que dejar la casa empujados por la dureza de la vida aquí, y cerraron la puerta en busca de un futuro mejor.

La casa y finca, como muchas otras en el Pirineo, fue decayendo.

Tejados caídos, maleza y olvido.

Tras años de abandono, la vida volvió a Moliniás en 2,002, con la rehabilitación de las antiguas bordas (edificios agrícolas) para convertirlos en casas rurales.

En 2019, Nico y yo, recién papás, no dejamos pasar la oportunidad. Era volver con nuestra pequeña Sabina, a vivir cerca de ríos, montañas y bosques.                                                                                                

Lo teníamos claro. Si éramos papás, queríamos vivir aquí.

Mi madre me decía que no dejara un trabajo seguro y fijo por este proyecto, y eso que, si venía, volveríamos a ser vecinas.

Pero incluso ella lo entendía al venir a Moliniás a pasear conmigo y su nieta recién nacida.

Cuando empezamos, dudábamos si nuestros huéspedes sentirían la misma energía que nosotros al estar en Moliniás.

Con el tiempo, y tras más de 5000 personas atendidas, estamos seguros de que la sensación es compartida.

La sensación que hace que dejes de mirar el reloj como si el tiempo, dejara de ser importante.

Perdón,

corrijo,

como si el tiempo por fin fuera más importante que el reloj.

Puedes llegar a relajarte tanto, que algún cliente nos ha definido como noches de autoayuda.

Hoy, cuando los antiguos habitantes vienen a visitar su antigua casa, 60 años después, muestran la felicidad y agradecimiento de ver el lugar vivo de nuevo.

El mismo lugar y la misma esencia.

Hoy estamos reviviendo la historia y la compartimos contigo.

  • Naturaleza salvaje. Te recomendamos no dejar comida en la terraza por la noche, los jabalís, la rabosa, el corzo o el tejón pueden venir a visitarte.
  • Sin ruidos. Hay tan poco ruido que por la noche que puede que hasta se te haga raro dormir con tanta quietud. No oirás ni un solo claxon. Solo oriás a los búhos ulular.  
  • Más de una vez, antes de iluminar los accesos, los clientes llegaban de noche, y al no ver, nos decían que buscáramos un hotel, que estaba alejado y oscuro. A la mañana siguiente al abrir la ventana, todos querían quedarse.
  • Si pasas el suficiente tiempo en Moliniás, acabarás desayunando a mitad mañana, comiendo al atardecer y cenando bajo las estrellas. Cuando decimos que el tiempo se para, no es una exageración.
  •  Si eres de los que disfruta la noche y le gusta ver las estrellas, ponte el despertador a las 02:00 y sal a pasear. Vas a flipar. 
 

Preguntas frecuentes

¿Por qué no podemos describir este sitio con palabras?

No lo sabemos bien. La luz, la montaña que envuelve la finca, los viñedos, el silencio… o todo el conjunto. Es muy dificio.

El caso es que se está muy bien y no te quieres marchar

¿Las fotos corresponden con la realidad?

Si, si que corresponden. Lo único es que debes tener en cuenta la época del año en la que viajas.

Si vienes en enero, no esperes tener los jardines con flores.

¿Y si… No tengo tiempo para viajar?

Nadie tiene tiempo. Hay que decidirse y optar por hacer cosas que nos hagan sentir bien.

Tu tiempo lo creas tu, decide en que lo invertes.

¿Hay ofertas o descuentos? 

No, no hacemos ni ofertas ni descuentos.  

En esta vida todo es relativo y depende del valor que le des a tu bienestar. Aquí reservas un alojamiento y 210 hectáreas de naturaleza salvaje para ti.

¿Es una finca con animales?

Los animales son salvajes. Estas en plena montaña, en una antigua aldea rehabilitada para convivir con la naturaleza, en silencio.

¿Esto es para mi?

Depende de ti, yo no te voy a insistir.

Si prefieres reservar un piso parecido al tuyo, pero cerca de la naturaleza, este no es tu sitio.

Aquí formas parte de ella, eres parte de su silencio.

 

PD. Si reservas en este enlace, te ofrecemos en exclusiva, el Catacielos solo para ti, sin coste. Una noche entera. 

Unas horas para ti y el firmamento. 

No hay un lugar igual. 

Nosotros te dejamos preparado todo lo necesario para observar el cielo y estar cómodo. 

Una experiencia en un mirador astronómico donde el cielo se vuelca sobre ti.